Sindicales

12/9/2025

Tercerizados de Ternium Siderar: 350 despidos para quebrar una enorme lucha 

Brunelli y Furlán trabajaron para la derrota.

Lucha de los tercerizados del acero.

El conflicto de los trabajadores de las 50 contratistas de Ternium Siderar se ha cerrado, al menos por ahora, con alrededor de 350 despidos y desafectaciones.

Casi un mes de medidas de lucha impuestas contra las maniobras de la burocracia y de los ministerios de trabajo nacional y provincial de Milei y Kicillof mostraron la convicción de ir a fondo para conquistar reivindicaciones centrales que venían siendo postergadas, y agravaban día a día las condiciones de vida de los obreros. Por un lado reclamaban el aumento salarial ya que ni siquiera se cumple la paritaria metalúrgica, cobran entre 300.000 y 350.000 pesos la quincena o sea la mitad de lo que cobran los obreros de planta permanente.

Por otra parte, querían poner fin a condiciones de trabajo penosas, insalubres y peligrosas colocando a debate medidas de seguridad, higiene y salubridad. Son trabajadores expuestos a calores intensos,  limpieza y acondicionamiento de máquinas que acumulan sustancias contaminantes, a tareas en lugares o entre máquinas sin las medidas de seguridad correspondientes.

La mayoría de estos trabajadores sobrepasan los 10 años de antigüedad y estan hartos de pagar los costos de ser tercerizados en empresas que son propiedad de la burocracia de Brunelli o de Paolo Rocca con otros nombres.

La burocracia trabajó para quebrar la resistencia obrera

Desde el inicio del conflicto, Brunelli, que hacía años que no pisaba la fábrica, estuvo tratando de asustar a los trabajadores. Que Rocca va a apagar el horno, que hay que acatar la conciliación obligatoria (que no se sabía quien había decretado), que volvieran a trabajar y negociaran, que del paro por tiempo indeterminado se sabe cuando se entra pero no cuando se sale, etc., etc.

También se cuidaron muy bien de generalizar el conflicto, evitando unir en un plan de lucha común a todos los obreros contra una patronal como es Paolo Rocca, que sostiene y le dicta la política a Milei de arrasar con los convenios, con las paritarias, con el derecho de huelga y el derecho de indemnización. 

Tampoco unieron a los metalúrgicos en un plan de lucha cuando las paritarias son miserables, sigue pendiente la paritaria de la siderurgia, hay despidos y suspensiones en Acindar, Vassalli, Siderca, KTM o se ha vaciado SKF por nombrar algunas fábricas donde las patronales descargan la crisis sobre los trabajadores.

Arreglaron los despidos para quebrar la huelga

Brunelli, experto en traicionar obreros, como lo viene haciendo desde que entregó Somisa a la privatización, hizo lo que sabe como burócrata que es. Para mantener sus negocios y los de Paolo Rocca hizo causa común con él usando el conflicto como presión hacia el gobierno de Milei.

Paolo Rocca en persona ha chocado con Milei y su equipo económico porque en este momento lo afectan las importaciones de acero, el parate en la fabricación de autos, de línea blanca, de la producción agraria. También aprovechó la volada para insistir en el reclamo de las grandes patronales de una devaluación que les agigante sus ganancias.

Como comentan muchos trabajadores, es seguro que hubo un arreglo entre la patronal de Ternium y la burocracia. Brunelli, Sánchez y Furlán impusieron de hecho el levantamiento del paro promoviendo que entraran a trabajar los que eran admitidos y que quedaran en el portón varios cientos. 

De esos, 240 son de Loberaz, la empresa que en todo San Nicolás y Ramallo se dice que es de Brunelli. De golpe, Techint desafecta o cancela el contrato. De las otras hay decenas de despedidos, sin indemnización. 

La burocracia impulsó el ingreso de los trabajadores, la quiebra del paro en el momento en que estaba afectada toda la producción y Paolo Rocca ya no lo podía aguantar.

A una semana de la movilización en las calles de San Nicolás, sin paro e impulsando el ingreso de lo huelguistas para arreglar la reincorporación de algunos, los trabajadores denuncian una nueva traición de la UOM. Muchos, ni siquiera harán los juicios por indemnización con el sindicato.

Es la dirección sindical, boludo

Para los obreros de Siderar, para los tercerizados, para el conjunto de la población de San Nicolás y Ramallo queda otra vez bien claro: no es cierto que la clase obrera no quiera luchar. Lo único cierto es que la burocracia sindical es quien impide la lucha. 

La enorme lucha de Siderar, impulsada desde abajo, es parte de una nueva etapa del movimiento obrero que busca abrirse paso; mostró la potencialidad de los trabajadores y, sobre todo, la necesidad de expulsar a la burocracia de la UOM y poner en su lugar una dirección consecuente. Los reclamos siguen planteados y, por lo tanto, tarde o temprano el conflicto volverá a emerger.

Necesitamos un plan de lucha de la UOM impuesto por asambleas en todas las fábricas. Que la crisis la paguen los patrones. Que se abran los libros y se repartan las horas de trabajo sin afectar los salarios. Aumento general de sueldos, indexados automáticamente. Paritarias sin piso ni techo. Reincorporación de todos los despedidos.

A las calles para quebrar al gobierno de Milei y sus vetos
El 12 a Plaza de Mayo y el 17 a Congreso cuando el Parlamento los trate. -
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