Sociedad
26/6/2025
El Mundial del Clubes y la desesperación de Milei por rascar dólares vendiendo el fútbol
El presidente quiso usar las derrotas de River y Boca para volver a la carga por las Sociedades Anónimas Deportivas.
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Javier Milei con Infantino.
El presidente Javier Milei volvió a insistir con su proyecto de privatizar el fútbol argentino, con el ingreso de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), en oportunidad de la descalificación de River Plate y Boca Juniors del Mundial de Clubes que se está celebrando en los Estados Unidos, utilizando equivocadamente a los equipos brasileros como supuestos referentes del esquema de negocios que el gobierno promueve.
El primero de los posteos en sus redes sociales apuntó nuevamente contra el presidente de la AFA en los siguientes términos: "Ni River ni Boca. Sin argentinos en el Mundial de Clubes. Brasil fue con 4 equipos, los 4 pasaron. ¿Hasta cuándo hay que señalar el fracaso del modelo Chiqui Tapia?”. Sumando el reposteo en X de una cuenta “libertaria” con la siguiente afirmación: “Cómo doman las SAD a lo clube de lo zozios”, en referencia a los clubes brasileros contra los argentinos.
Más allá de su nueva embestida con poco fundamento, estamos ante la reiteración de “errores” recurrentes divulgados por el presidente, ya que de los cuatro equipos brasileros mencionados solo uno, Botafogo, se asemeja a una SAD.
Si profundizamos en la materia tenemos que Botafogo viene de perder la Recopa Sudamericana ante Racing Club. Se trata de un ejemplo de los negocios en el fútbol que grafica de cuerpo entero a las SAD: Botafogo salió campeón en la última Copa Libertadores, pero el millonario premio fue desviado por sus dueños -el estadounidense John Textor tiene el 90% del club- al Olympique de Lyon de Francia, que acaba de ser descendido a la segunda categoría del fútbol francés por las deudas millonarias producidas por su administración privada fraudulenta.
El comentario de Milei va más allá, calificando al fútbol argentino de “poco competitivo”, cuando es el fútbol que nutre de jugadores a los equipos de todo Europa, justamente por el desarrollo de los negociados y ventas que el gobierno quiere profundizar y que es el mayor impedimento para que el fútbol local consolide sus bases.
Tapia y Milei comparten la orientación de fondo de un fútbol moldeado por los negocios capitalistas, salvo que difieren en quien debe estar a cargo de dichos negocios: si los empresarios y los capitales internacionales directamente, o los caudillos locales al frente de los clubes, que gestionan y gerencian esos negocios, sin una ruptura definitiva con la actividad social y deportiva más amplia de los clubes -aunque a un fuerte costo.
En el medio de esta disputa, tenemos que el proyecto de SAD de Sebastián Verón con el empresario norteamericano Foster Gillett –que fue proclamado por Milei como el principio de privatización del fútbol argentino- parece haber pasado a mejor vida, luego de que éste último protagonizara prematuramente distintos escándalos con la compraventa de jugadores de River y Vélez, y las dificultades del propio Verón para hacer pasar este dudoso paquete de entrega del club en una asamblea de socios sin fecha. En su desesperación, Verón salió en la búsqueda del mejor postor, exponiendo actualmente vínculos con la empresaria Carina Magnabosco, representante de inversionistas árabes, sumando de paso problemas institucionales con el cuerpo técnico del club. Por el momento, los proyectos privatistas naufragan a la deriva.
El aval a los Foster Gillett que atentan contra el fútbol local no solo es de Verón y Milei: el propio Tapia deja pasar estos negocios bajo sus narices a diario. Gillett aparece ahora entreverado en una operación sinuosa en San Lorenzo, por la cual habría adelantado hace unos meses un millón de dólares al club, vinculado supuestamente a la ficha del jugador Elián Irala que ahora partirá para Emiratos Árabes. Mientras, el club de Boedo transita una crisis dirigencial sin antecedentes, con su presidente imputado en la Justicia, investigado por recibir coimas, anunciando su regreso al club y la respuesta de socios e hinchas que convocaron a la ocupación de la sede en Av. La Plata para este viernes 27. Los negocios capitalistas destruyen el fútbol.
Milei acusa al fútbol argentino de no estar a la altura, cuando su gestión al frente del país es calamitosa, con 200.000 despidos, pérdida del poder adquisitivo, caída del consumo y la actividad económica, crisis social, jubilaciones de hambre y ajuste. Hay que impedir el avance de los Milei y privatizadores en el fútbol y expulsar los negocios e intereses capitalistas para defender los clubes y las instituciones deportivas.
