Sociedad
18/12/2025
El testimonio de las mujeres que sufrieron la servidumbre del Opus Dei
En la primera cumbre internacional de Ending Clergy Abuse.

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Cumbre.
Mujeres que fueron sometidas a la trata y la servidumbre por parte del Opus Dei hicieron oír sus testimonios este martes en la primera Cumbre Internacional de ECA Global (Ending Clergy Abuse), una organización mundial de activistas de derechos humanos y sobrevivientes que lucha contra el abuso clerical.
El caso, que adquirió relevancia internacional, muestra como nunca el carácter barbárico de la institución de la Iglesia Católica que alguna vez supo cosechar fuertes lazos con el régimen franquista en España, y con la que el gobierno de Milei, casi un siglo después y al igual que muchos otros políticos capitalistas, viene estrechando relaciones.
En su momento, el presidente colocó como juez de la Corte Suprema a Manuel García Mansilla, educado en la Universidad Austral –vinculada al Opus Dei; es un férreo opositor al aborto legal y además un lobista de los negocios capitalistas petroleros. Como Procurador General del Tesoro se encuentra Santiago Castro Videla, proveniente de la misma casa de estudios y con lazos con uno de los abogados elegidos por el fondo buitre Burford para litigar contra Argentina en la causa por la estatización de YPF.
Ursula Basset, que estuvo en Cancillería y se vio cercana a Karina Milei, y ahora forma parte del Ministerio de Justicia dirigido por el abogado de narcos Cúneo Libarona, también está ligada al Opus. El gobierno le dio a Conin, una organización del supernumerario del Opus Dei, Abel Albino, la tarea de realizar la entrega de alimentos en los barrios populares como forma de golpear a las organizaciones piqueteras y sociales.
Y uno de los “ideólogos” ultraconservadores de Milei, Agustín Laje, hizo su Maestría en Filosofía en la Universidad de Navarra, vinculada al Opus.
En 2021, 43 mujeres denunciaron su condición de esclavas del Opus Dei en Argentina, en centros como el Instituto de Capacitación Integral de Estudios Domésticos (Icied). Este último funcionó entre 1973 y 2017 y recibió fondos de parte de Osvaldo Cacciatore, intendente de Buenos Aires bajo la última dictadura militar.
La investigación judicial de los hechos empezó en 2022 y en julio de este año la Fiscalía argentina acusó al sacerdote Mario Fazio, segundo al mando del Opus, de “trata de personas bajo la modalidad de reducción a la servidumbre” en una causa que involucra a otros elementos y se tramita en el Juzgado Federal N°3 de la Ciudad de Buenos Aires.
“Vino una amiga a visitarme y me di cuenta de que ella sí era libre. Tenía la llave de donde trabajaba, de donde vivía, cobraba un sueldo, podía ir a bailar, ver tele, escuchar música. Me di cuenta de que estaba presa” (ElDiarioAr, 17/12), dijo Visitación Villa Mayor, exnumeraria auxiliar del Opus Dei. A sus 16 años llegó al país desde Paraguay, con el objetivo de estudiar.
El Opus reclutó a las denunciantes aprovechándose de su situación de vulnerabilidad, con la promesa de tener un hogar, ir a la escuela y acceder a un trabajo. Pero terminaron trabajando gratis durante décadas como empleadas domésticas para satisfacer las demandas de los miembros varones de la institución.
Trabajaban gratis desde el amanecer hasta la noche, sin descansos y bajo un régimen ultra opresivo y de control, realizando tareas de limpieza, cocina, lavandería y planchado. Se les impuso la “vocación religiosa” como numerarias, con los votos de castidad, pobreza y obediencia que implica.
“Había problemas en ellas de lo que en la Obra se llama ‘malos pensamientos’, vinculados a lo sexual y para todo la respuesta era: ‘Usted no piense en eso, báñese con agua fría, use la disciplina un día más, apriétese más el cilicio (instrumento de mortificación corporal) y sigamos adelante’” (Animal Político, 7/4). Algunas auxiliares hasta tuvieron intentos suicidas. En caso de mostrar deseos de irse o dudas sobre su “vocación”, se les llevaba a un psiquiatra y se les medicaba.
La cumbre recogió testimonios de víctimas de Argentina, Chile, España, Guatemala, Irlanda, México y Paraguay. Paula Bistagnino, autora del libro Te Serviré, señaló “que existen testimonios de más de 70 países y que hay miles de relatos que describen exactamente el mismo funcionamiento”.
El gobierno se apoya en estos sectores para impulsar su agenda reaccionaria de ataque contra los trabajadores. El machismo, la homofobia y los ataques contra el derecho al aborto, entre otras porquerías que difunde y promueve el gobierno, son instrumentos utilizados por el régimen para disciplinar y embrutecer a las masas y reforzar la opresión y la explotación capitalista.




