Sociedad

25/3/2024

Salió la nueva camiseta de la selección argentina, inaccesible para los trabajadores

Equivale a un Salario Mínimo Vital y Móvil.

Nueva camiseta de la Selección Argentina.

En las últimos días, la empresa multinacional alemana que viste a la selección nacional de futbol presentó la nueva camiseta, titular y suplente, con la que competirán en los Estados Unidos a mitad de año, por la obtención de la Copa América. Dicha indumentaria es inaccesible para las familias trabajadoras, porque supera ampliamente los ingresos promedio de cualquier trabajador.

La camiseta mantiene el tradicional diseño de bastones verticales celestes y blancos (titular) y totalmente azul (suplente). Presenta la tercer estrella (del mundial Qatar 2022) en dorado, al igual que el escudo y el logo de la marca. Adidas vende la remera, el short y las medias a $201.997, un 12,22% por encima del monto del Salario Mínimo Vital y Móvil que hoy se ubica en $180.000 y que en marzo aumentará a $202.800. Lo mismo sucede si la ecuación se efectúa en comparación a la jubilación mínima, que actualmente es de $134.446 o un Potenciar Trabajo ($78.000). La camiseta en un bien de lujo imposible de adquirir para una porción cada vez más grande de los trabajadores.

Pero no es solo con la selección, lo mismo sucede con la indumentaria de los cuatro clubes más populares del país. En la tienda virtual de la firma de las tres tiras, la casaca, tanto de River Plate como de Boca Juniors (titulares) se cotiza a $79.999 (más del 44% del salario mínimo). Por su parte, Puma, que provee al Club Independiente de Avellaneda, ofrece su roja camiseta a $56.999 (más del 31% del salario mínimo) y la Racing se comercializa a $51.000 (más del 28%).

“Vestir los colores de tu equipo no tiene precio” publicita una famosa tarjeta de crédito a nivel mundial. Pero lo cierto es que lo tiene y con valores actualmente exorbitantes. Sucede que, tanto Adidas, como todas las firmas deportivas, valiéndose de la ola victoriosa y campeona de la Scaloneta, con Leo Messi a la cabeza, aprovecha la ocasión para dolarizar sus productos. No solo la remera celeste y blanca, sino también toda la indumentaria deportiva. Hoy, comprar un par de zapatillas no baja de los $80.000.

Según datos informados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) quienes miden el Índice de Precios al Consumidor (IPC), pese a la desaceleración del último mes de febrero (causal de la fuerte recesión y el ajuste en curso), la inflación acumulada trepa al 276,2%. Particularmente vestido y calzado contabiliza una variación interanual del 204,2%. Todo aumenta, menos los ingresos básicos del pueblo laburante.

Las patronales textiles se valen, como es sabido, de la super explotación laboral para engordar sus bolsillos abaratando cada vez más los costos. A partir de analizar el cuadro de escala salarial de quienes ejercen tareas de producción afines a la creación la “pilcha” y calzado, brindado por la Unión de Cortadores de la Indumentaria (UCI) personal para tareas generales de corte (la escala más baja) cobran un básico de $233.095 y un diseñador (ítem más alto) alcanza los $363.446 mensuales.

A su vez, el 26 de enero se fijó un acuerdo paritario entre la Federación de Industrias Textiles Argentina (FITA) y el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines de la República Argentina (SETIA), estableciendo la nueva escala salarial, donde el básico de un Auxiliar B (categoría más baja) es de $378.913 y un supervisor general (el más alto) $514.518. Todos muy por debajo de la canasta básica, calculada el pasado 13 de marzo, en $690.901,57. A estos números se le suman las innumerables denuncias sobre las precarias condiciones de labor en los talleres textiles.

En 2018 la empresa Adidas fue acusada de exponer a sus operarios a condiciones de trabajo próximas a la esclavitud. A seis años de dichas denuncias, las precarización se mantiene y se potencia, obligando a los laburantes (no solo de Adidas) a ejercer jornadas extensísimas, sin siquiera tiempo para poder descansar, comer y hasta hacer sus necesidad fisiológicas. Esta explotación laboral mantiene métodos vetustos y abolidos, como el de “cama caliente”, donde el trabajo en negro es común, todo avalado por el Estado, dejándolo pasar por el Ministerio de Trabajo (sin distinción de los gobiernos de turno) y la vista esquiva de la burocracia sindical.

Al ritmo de la scaloneta, sumado la proximidad de nuevos torneos internacionales (Copa América, Libertadores de América, Copa Sudamericana) la plusvalía incrementa las riquezas de los Ceos de las grandes empresas de indumentaria deportiva, mientras se empobrecen los bolsillos de los laburantes. Para graficarlo, la venta de solo dos camisetas de la selección argentina, equivalen al salario mensual de un obrero textil, el cual produce al menos 50 camisetas por día.

Las mini devaluaciones diarias y el alza generalizada de los precios ponen de manifiesto la urgente necesidad de reabrir las paritarias. Que la CGT y CTAs convoquen ya a un paro general activo y un plan de lucha en defensa del trabajo y el salario. Por un ingreso mínimo igual a la canasta básica, el 82% móvil para los jubilados, aumento y universalización de los planes sociales. Abajo el plan de ajuste de Javier Milei, los gobernadores y el FMI.

https://prensaobrera.com/politicas/el-nuevo-dnu-de-milei-es-una-metralla-economica-contra-los-jubilados