Universidad

3/6/2025

Agronomía-UBA: Fernando Vilella busca volver a la facultad

Vilella fue secretario de agricultura del gobierno de Milei

En la reunión de Consejo Directivo del martes 20 de mayo, se votó la moción para restaurar como profesor ad-honorem al ex-secretario de bioeconomía del gobierno de Milei, Fernando Vilella. La moción desató un debate imprevisto dentro del consejo, donde la mayoría del claustro de graduados, acompañado por la minoría estudiantil y un pequeño sector docente, todos de orientación peronista-kirchnerista, objetaron el expediente y manifestaron su desaprobación a la propuesta. Ante el riesgo de ser rechazada debido a los votos negativos del sector peronista de graduados, docentes y estudiantes, la mayoría del claustro docente llevó adelante una maniobra para que el expediente vuelva a la comisión de gestión académica para ser tratado más adelante, maniobra que se pudo llevar adelante con la complicidad de la mayoría estudiantil, la LAI, que alegó que no estaban lo suficientemente interiorizados en el asunto y que por lo tanto no tenían una postura definida.

 De defender la educación pública a ser un general de la motosierra

Antes de la asunción del gobierno de Milei, Vilella se encontraba del lado “progresista” de la grieta, con un historial muy presente en la Facultad de Agronomía (Fauba): fue decano en dos periodos de la facultad y se lo considera el arquitecto de la carrera de ciencias ambientales, uno de los dos buques insignia de la facultad, creada con el fin de atraer más alumnos a una facultad muy chica en lo que se refiere a cantidad de gente (en las últimas elecciones estudiantiles, el padrón consistía en 5.000 alumnos). Llegado el periodo electoral, participó en una charla impulsada por el peronismo en la facultad en defensa de la educación pública (e indirectamente, a favor de la campaña de Sergio Massa).

Lo que nadie sabía es que unos meses después el hombre que iba a ser el secretario de agricultura, ganadería y pesca del gobierno mileísta no era otro que este personaje, uniéndose a un gobierno cuya campaña ya se declaraba en guerra contra la universidad y contra los distintos entes del Estado.

Una gestión sin ningún tipo de apoyo

Durante su breve estadía en el gobierno, el nuevo encargado de la motosierra hizo lo que se espera de un secretario de la era Milei: despidos masivos y cierre de entes públicos, como fueron los más de 300 despidos de la Secretaría de Agricultura y el cierre del Instituto Nacional de la Agricultura Familiar Campesina Indígena (INAFCI) despidiendo a más de 900 trabajadores, entre los que se encontraban muchos estudiantes y docentes de la propia Facultad de Agronomía. Sin embargo, su complicidad con el gobierno no le trajo ningún beneficio con el mismo, ya que su poder se vio muy limitado desde un principio debido a sus roces con el ministro de economía Luis Caputo, el cual no le dio control de su presupuesto y fue el principal impulsor de su salida del gobierno. Por otro lado, la motosierra en los entes públicos y las distintas medidas que impulsó el gobierno, como la suba de retenciones, le valió el descontento de los distintos sectores del agro, tanto pequeños como grandes. ni siquiera su mayor logro de la gestión fue duradero: cambiar el nombre de la secretaría a bioeconomía, el cual fue revertido poco tiempo después.

La complicidad de las autoridades y los claustros, junto a la hipocresía de los “progresistas”

Que la moción no haya pasado en el consejo no es una muestra de nada. El solo hecho de que la misma pudiera sobrevivir volviendo a comisiones se debe a la complicidad de la mayoría estudiantil y actual presidencia del centro de estudiantes, la LAI, quienes utilizaron su maniobra de siempre: el que no estaban “informados” de la situación y que por lo mismo se abstenían de votar, situación que fue aprovechada por el claustro docente para conseguir mandarlo a comisiones con la excusa de que el ex secretario pueda ir a hablar en el consejo. Que la LAI haya usado esta excusa no es nada nuevo, pues es su única respuesta frente a problemáticas tanto dentro como fuera de la facultad, y va de la mano con su no gestión como presidencia. Recordemos que se trata de una agrupación que ni siquiera participó de las marchas universitarias masivas del año pasado.

Por el lado de graduados, se puede ver una gran hipocresía ya que ellos vienen siendo cómplices del ajuste mediante su inacción, llegando incluso a aprovecharse de la situación exasperante que sufren los trabajadores de la universidad: durante el año pasado los graduados y no docentes peronistas impulsaron una “asamblea para defender la educación pública” utilizada solo para promocionarse en las elecciones del claustro, y vaciada completamente una vez pasadas estas, y hasta el día de hoy no volvieron a presentarse en esta asamblea ni a participar de ninguna de sus iniciativas, las cuales vienen siendo sostenidas y llevadas a cabo por miembros autoconvocados.

Por el lado de la gestión, la decana hace años que es parte del ejército de la motosierra: no solo carnerea los paros de nodocentes dejando que haya clase, llegando incluso a dar ella misma clases presenciales los días de los mismos, sino que lleva a cabo el ajuste en la Fauba, el cual es uno de los más brutales, donde las principales víctimas son los estudiantes de las tecnicaturas, quienes sufrieron un gran recorte de sus planes de estudios y donde es una batalla el solo hecho de anotarse a una cursada debido a la falta de horarios, docentes y cupos. La actual gestión del decanato ha desoído todos los reclamos históricos que tiene la comunidad educativa en la Fauba: la ausencia de luz en las calles de la facultad, la nula seguridad en los espacios del predio, la falta de obras de infraestructura que hace que a día de hoy haya un pabellón entero inutilizado desde hace más de un año. Y es responsable del cese de comodatos dentro de Fauba que dejó sin vivienda a 15 familias de no docentes que vivían en el predio de la facultad en 2022. Ni siquiera los niños se salvan del mismo: hace años denunciamos el cierre de una sala entera del jardín maternal de agronomitos. Tampoco se la puede catalogar en conjunto con los decanos “progresistas” ya que votó sin comentario alguno el presupuesto de funcionamiento que otorgó el gobierno el año pasado.

Mientras tanto, el claustro estudiantil peronista se presenta muy cómodo como minoría: el Fana actúa como un paladín de la decana, sumándose a las actividades solo cuando se presenta una gran presión por parte de los estudiantes, pero borrándose de cualquier otra instancia sin siquiera sonrojarse. La Cámpora-ATP es más de lo mismo, solo que llevándolo un paso más hacia la derecha, boicoteando incluso las tomas de la facultad con una política de desmovilización pura.

 Pongamos de pie un gran movimiento en la facultad

La moción para restaurar a Vilella pone en evidencia los problemas que enfrenta la facultad: la hipocresía de los “opositores” y la complicidad de las burocracias y las autoridades. Es por eso que debemos poner de pie un movimiento interclaustro, con estudiantes, docentes y no docentes, en defensa del salario y la universidad, levantando las banderas de la independencia política, y llevar esa lucha a fondo para recuperar los sindicatos, centros de estudiantes y derrotar el plan motosierra del gobierno y la complicidad de las autoridades.

Las elecciones UNA y la lucha por la independencia política
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